miércoles, 4 de mayo de 2011

VAIS A PASAR MIEDO

Se sabe de un viajante de comercio a quien le empezó a doler la muñeca izquierda, justamente debajo del reloj de pulsera. Al arrancarse el reloj, saltó la sangre: la herida mostraba la huella de unos dientes muy finos. El mismo empezó a recordar aquella maldita historia.En los últimos viajes de negocios, Manuel, que así se llamaba el viajante, había mantenido relaciones con una mujer muy guapa, misteriosa, que le había vuelto loco. A pesar de estar casado y tener unos hijitos maravillosos en su cabeza solo rondaba la idea de volver a verla. Todas sus citas clandestinas habían sido en el mismo hotel, ella le esperaba en la habitación, con una ropa interior muy sugerente. Comenzaban a charlar y sin darse cuenta ya estaban besándose, jugando y haciendo el amor como dos locos enamorados. Manuel notaba algo muy raro, en todos sus encuentros sexuales después, por la mañana se encontraba muy cansado, pálido, sin energías para empezar el nuevo día, sin embargo su amante se mostraba vigorosa, rejuvenecida, llena de vida. Ahora el viajante lo tenía muy claro, había mantenido relaciones con una vampiresa y la muestra de sus finos colmillos estaban en su muñeca. Pensó que no volvería a verla jamás y asunto resuelto. No sabía lo que le esperaba...
     Ya en su hogar con su familia, haciendo una vida normal, empezó a notar unos deseos extraños, incluso cuando jugaba con sus hijos pensaba en su sangre. Estaba muy preocupado, en dos ocasiones a su propio hijo le intentó clavar en el cuello sus extraños colmillos que ahora eran finos y muy alargados. Empezó a investigar sobre la historia de Drácula y los vampiros y la única forma de darles muerte para siempre era cortarles el cuello o clavarles una estaca en el corazón. Por sus deseos implacables de beber sangre humana sabía que tendrían que acabar con su vida cuanto antes mejor. Le contó a su mujer la maldita historia y le pidió que por el bien de todos fuese ella misma quien lo matase, ella no sabía que hacer pero por el bien de todos aceptó. Eligieron el momento adecuado, ató a su marido fuertemente, le suministró un somnífero como él le había pedido, y con una estaca que él había hecho le atravesó el corazón. Luego lo emparedó en el sótano donde él le había indicado, así fue como Manuel acabó. Para todos los demás la historia  fue diferente, Manuel había abandonado a su familia, huyendo con una mujer de la que se había enamorado. Su mujer jamás pudo vivir tranquila con su conciencia, pero sabía que no tuvo otra alternativa.

2 comentarios:

  1. Inmejorable, me rindo a tus piés. Si la continuas, se podria hacer un guión. bravo.

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  2. Creo que deberías hacer de El un personaje más atormentado y vagando por el mundo por la eternidad, "por lo que le hizo a su familia"

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